lunes, 24 de noviembre de 2008

Le toco a una loba vieja patituerta, cana y parda.






¿Por qué este rio me dio la vida? ¿Por qué me la está quitando? .

Años en tus orillas que ya te aborrecía de tanto verte, y ahora que falta me haces, que lejos me quedas, una gota de tu agua puede curar mi herida, necesito respirarte y sentir mis pulmones agotados de cansancio de tanto caminar a las sombra de un chopo con la encina que siempre está al acecho vigilando desde lo alto. Cuantos momentos me has regalado cuanto añoro tus piedras que están tan lejos, te necesito a mi lado, vuelve conmigo, ven al encuentro de tu padre el Duero que aquí tu hijo agonizante espera.
Me vistes crecer, me distes protección, llenaste mi vida de esa música celestial de agua corriendo entre juncos y arenales entre carpas, barbos y como no siempre a tu lado el cencerro y el pastor. Me distes a las personas que más quiero, a todas las regaste, a todas les saciaste la sed y en muchas ocasiones también les distes de comer, insaciable ante adversidades nunca te rindes luchando en el reino de los cardos por sobrevivir. Solo te pido una cosa no te olvides de mi, ven a buscarme arrópame en tus aguas y llévame a la mar que allí a tu lado es donde quiero terminar tu callado y yo loco y enamorado.



¿Por qué me la está quitando? Por qué este rio me dio la vida.